Wednesday, February 24, 2021

El amor


¿Qué nos cuenta el emocionario sobre el amor? Pues que quizás es una de las emociones más contradictorias, ya que tanto nos puede provocar una sonrisa gigantesca como una catarata de lágrimas. También nos explica que existen dos clases de amor: el romántico (cuando piensas constantemente en una persona y verla te produce una mezcla de nervios y alegría) y el diligente (cuando haces tuyas la alegría o la tristeza de la persona a la que amas, y además, siempre le deseas lo mejor. Se trata de un sentimiento puro y cálido). También tenemos que acordarnos de querernos a nosotros mismos. Cuando lo hacemos, cultivamos el amor propio.
Lo opuesto al amor es el odio.

Busquemos en nuestra propia vida experiencias de esta emoción

- Sentimos amor por una chica o un chico.
- Sentimos amor por la familia (padres, hermanos, abuelos, primos...)
- Sentimos amor por algún amigo (amistad).
- Sentimos amor por nuestras mascotas.





Wednesday, February 3, 2021

El esfuerzo

UNA FÁBULA SOBRE EL ESFUERZO

En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa, que no cesaba de pregonar que ella era el animal más veloz del bosque, y que se pasaba el día burlándose de la lentitud de la tortuga.

- ¡Eh, tortuga, no corras tanto! Decía la liebre riéndose de la tortuga.

Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta a la liebre:

Liebre, ¿vamos hacer una carrera? Estoy segura de poder ganarte.

- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre.

- Sí, sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana la carrera.

La liebre, muy engreída, aceptó la apuesta prontamente.

Así que todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El búho ha sido el responsable de señalizar los puntos de partida y de llegada. Y así empezó la carrera:

Astuta y muy confiada en sí misma, la liebre salió corriendo, y la tortuga se quedó atrás, tosiendo y envuelta en una nube de polvo. Cuando empezó a andar, la liebre ya se había perdido de vista. Sin importarle la ventaja que tenía la liebre sobre ella, la tortuga seguía su ritmo, sin parar.

La liebre, mientras tanto, confiando en que la tortuga tardaría mucho en alcanzarla, se detuvo a la mitad del camino ante un frondoso y verde árbol, y se puso a descansar antes de terminar la carrera. Allí se quedó dormida, mientras la tortuga seguía caminando, paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.

No se sabe cuánto tiempo la liebre se quedó dormida, pero cuando ella se despertó, vio con pavor que la tortuga se encontraba a tan solo tres pasos de la meta. En un sobresalto, salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde: ¡la tortuga había alcanzado la meta y ganado la carrera!

Ese día la liebre aprendió, en medio de una gran humillación, que no hay que burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza y de vanidad, es un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos. Y que nadie, absolutamente nadie, es mejor que nadie.

Esta fábula enseña a los niños que no hay que burlarse jamás de los demás y que el exceso de confianza puede ser un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos.

 


1. Quién era la más veloz del bosque, ¿la tortuga o la liebre?

2. ¿Por qué la liebre se burlaba de la tortuga?

3. ¿Quién se ha quedado dormida debajo de un árbol?

4. ¿Cómo la tortuga ganó la carrera?

5. ¿Qué aprendió la liebre con la tortuga?

6. Y tú, ¿qué has aprendido con ese cuento o fábula?